La intervención en Santo Domingo, al igual que la Guerra del Pacífico (1863-1866) y la intervención militar en México junto a Francia e Inglaterra (1861-1862) fueron actuaciones dirigidas a reafirmar la condición de España como potencia a tener en cuenta respecto a las naciones que habían formado parte de su imperio colonial.La anexión de Santo Domingo a España se inscribe pues en una dinámica de implicación cada vez mayor en la situación interna dominicana por parte del ejecutivo de Madrid, a través tanto de sus agentes diplomáticos en el área antillana, como de los sucesivos gobernadores de Cuba y Puerto Rico, en su calidad de máximas autoridades españolas en dicha región.