«El viaje propuesto por la autora depara escenas de diálogos rápidos, dinámicos —donde lo importante no es lo que se dice, sino esa grávida pulsión que subyace bajo las palabras—, giros argumentales insospechados y maravillas —sobre las que tendrá el lector que dar cuenta y descubrir por derecho propio— como el maravilloso final sobrecogedoramente simbólico». Ignacio Ferrando