Introducción de José Antonio de Aguirre y Lorenzo Infantino
La economía mundial vivió un largo periodo de expansión y mejora de los salarios reales entre 1870 y 1914 mientras Inglaterra pudo mantener la hegemonía de su moneda nacional convertible, la libra esterlina. El dólar convertible de los Estados Unidos fue capaz de sacarnos de la destrucción de una guerra mundial. Pero, con toda seguridad, esto no va a ser lo mismo en ausencia de centros financieros hegemónicos, Como resultado, tendremos que replantearnos el régimen institucional en el que han venido desenvolviéndose, hasta ahora, nuestras instituciones bancarias y que está amenazando directamente la solvencia de los propios Estados.