Faltas de una Perspectiva multidisciplinar, las aproximaciones tradicionales al tema de la ebriedad han descuidado su relevancia en el desarrollo de la mentalidad religiosa, la medicina, la creación artística y los mecanismos de control social. De ahí que el llamado «azote del siglo xx» se suela seguir presentando como una cosa fortuita y de brumosos antecedentes.